“Cuando mi hija Julie tenía cinco años y su hermano Diego tres, su papá falleció de un infarto. De la noche a la mañana me convertí en madre soltera y con la responsabilidad además de cuidar de mi suegra. Siempre he tratado de ser fuerte, pero no ha sido fácil. Trabajo duro para darles una buena vida y un mejor futuro. Por eso puse sus nombres en la escritura de nuestra casa — quería asegurarme de que siempre estuvieran protegidos. Pero cuando intenté vender la casa para comprar una más grande, donde cada uno pudiera tener su propio cuarto, descubrí que no podía hacerlo. Como eran menores de edad, necesitaba el permiso de un juez para vender, y ningún banco me aprobaba una hipoteca en esas condiciones. Los abogados que consulté querían cobrar decenas de miles de dólares por crear fideicomisos complicados que, además, limitaban mis derechos como madre. Estaba estresada y angustiada, pero encontré a **Trust **y me ayudaron con terapia de patrimonio y servicios patrimoniales. Ellos me ayudaron a resolver todo, obtener un seguro de escritura, mantener mis derechos parentales y proteger el futuro de mis hijos con mejores instrumentos legales. Gracias a Trust, estamos por comprar una mejor casa con una hipoteca de bajo interés.Trust no sólo me escuchó, me hicieron sentir que no estaba sola y me regalaron paz y una renovada confianza en el futuro."